¿Por qué, para esta persona, es un pronóstico malo para la comprensión del habla en ambiente ruidoso y en ambiente calmo?
El Profesor J.C. LAFON nos lo revela cuando explica la génesis de la lista de integración: «… examinando niños pequeños, me encontré en presencia de una distorsión espacial exacerbada que solo podía provenir de una dificultad de identificación, la audición tonal siendo normal y la oreja indemne de cualquier vulneración patológica. Incidentalmente, noté que la presencia de ruido hacía aparecer mucho más fácilmente estas distorsiones a fuerte intensidad. Este hecho me pareció interesante; permitía en efecto de separar lo que era de la cóclea y lo que había que atribuir a dificultades de discriminación. Para esto bastaba con realizar una medición comparativa de dos elementos de lista sin ruido y de dos otros con ruido. Las intensidades eran elegidas de tal forma que el ruido este casi tan alto como el habla, las dos mediciones realizadas a la misma intensidad: las intensidades acústicas similares eliminaban la incidencia de las alteraciones cocleares ya que la medición era comparativa. Había elegido un nivel alto, 90 dB, para ubicar el mensaje arriba del nivel de audición en caso de pérdida auditiva. Esta medición era por lo tanto aplicable tanto al sujeto sordo como oyente. » (1).
La lista de barrido del Profesor J.C. LAFON permite saber si la integración de la persona es eficiente o deficiente. Es importante saberlo. El resultado esperado de la puesta de aparato no es el mismo en el uno o el otro de estos dos casos.
La lista de barrido permite «… saber en muy poco tiempo si se debe orientar hacia una vulneración coclear o una perturbación de la integración auditiva… Esta lista de barrido comprendiendo solo 34 palabras permite saber si un examen más exhaustivo es necesario y si se tiene que ocupar una lista coclear o una lista de integración. » (2).
34 palabras, en práctica 17 pronunciadas sin ruido (elemento A) luego 17 otras palabras pronunciadas con un ruido no ocultante (elemento B). Calculando la diferencia del número de errores fonéticas entre estas dos lista (A -B), se halla la parte de la integración y solo esta. Un ábaco, función de la edad de la persona, función del número de errores fonéticos cometidos sobre el elemento y et sobre A-B, permite tener una idea del nivel de la vulneración coclear y/o del disturbio de integración. Para más informaciones sobre la lista de barrido, pueden consultar las publicaciones LAFON 12 y LAFON 13 que hice anteriormente.
Realizar una lista de barrido: ¡se demora 3 minutos! Poco tiempo, mucha enseñanza. Justo después de la audiometría tonal a los insertos (nivel aéreo, intolerancia, nivel óseo si necesario), emito la lista de barrido.
Se admite que, gracias a esta lista de barrido, descubrimos que la persona sorda a la cual tenemos que colocar un aparato padece de integración, por lo tanto que neuro-fisiológicamente a fisio-psicológicamente le cuesta entender el mensaje auditivo que recibe. Esto ayuda el Audioprotesista en su elección del aparato auditivo: sabe que no es útil buscar el aparato auditivo de la gama más alta ya que los Denoisers, hasta los más eficientes, no servirán mucho. Pueden así determinar mejor el aparato que conviene a cada persona.
JYM
(1) Profesor J.C. LAFON « el test fonético y la medición de la audición » página 116-117.
(2) Profesor J.C. LAFON « el test fonético y la medición de la audición » página 132.
(Traducido del francés por P.E.R.)